Reiki ayuda a que el parto se desarrolle con mayor naturalidad y fluidez.
Todo cambio trae una sensación de inestabilidad si no estamos equilibrados y los cambios que supone un bebé son muchos.
Las mamás después del
parto se pueden sentir tristes, deprimidas, irritables, agotadas, con
poca capacidad de concentración, con perdida de motivación sexual, con
miedo a estar solas, miedos exagerados, etc…
Reiki puede ayudar a una mamá en:
- Aliviar tensiones a la hora de enfrentarse a los cambios.
- Mejorar la circulación reduciendo la aparición de calambres y varices.
- Contribuye a desarrollar el equilibrio y la estabilidad.
- Amplia la capacidad respiratoria y mejorar la
oxigenación, aumentando la energía interna, mejorando el descanso y
regularizando los patrones de sueño.
- Acelera la recuperación post parto.
- Obtienes calma y tranquilidad necesarios en los
momentos de irritabilidad, llanto e introspección que suelen presentarse
como consecuencia del descenso en la producción de hormonas.
- Volverás a recuperar tu autoestima rapidamente.
- Minimiza también las sensaciones de ansiedad y estrés.
- Aumenta la producción de leche.
