Reiki es equilibrio, armonía,
estabilidad, así que es muy fácil deducir qué a un perro le podria venir
genial la energia reiki según su carácter o necesidad.
Cuando decidimos compartir nuestra vida
con un perro, asumimos la responsabilidad que conlleva, y la principal
debería ser perseguir su bienestar. ¿Por qué? Por agradecimiento a todo
lo que nos ofrece por su simple condición, ser un perro.
Su entrega es absoluta y si consideramos
que somos una especie más evolucionada y superior deberíamos protegerlos
y actuar en consecuencia.
Una sesión de Reiki es beneficiosa…. y compatible con todo.
Al igual que en el ser humano, en
nuestros perros sus experiencias diarias marcan su estado de salud. El
estar sometidos a nuestro ritmo les hace más vulnerables a caer en
enfermedades “humanas”: ansiedad, depresión, fobias.
Varias sesiones de Reiki reducirán ese nivel de ansiedad, siempre unido a una buena educación en el animal por supuesto.
En futuras mamás es ideal tanto antes
como después del parto y como “prevención” ante las enfermedades del
cachorro. Mascotas con tratamientos por enfermedad crónica, para
suavizar los efectos secundarios de la medicación o simplemente para que
disfruten de un bienestar merecido.
Si le ha llegado el trance final le
ayudará no solo a él a que sea más “llevadero” sino a nosotros también
pues nos aliviará ver que su sufrimiento es menor.
