Reiki es una palabra sánscrita que significa REI, energía universal y KI, energía vital.
Es una técnica de canalización y
transmisión de energía vital a través de la imposición de manos, que se
utiliza para obtener paz y equilibrio en todos los niveles:
- Físico: mejoría en dolencias, lesiones, metabolismo,etc.
- Emocional: problemas sentimentales, agresividad, infelicidad, etc.
- Mental: hábitos dañinos, estrés, insomnio, etc.
- Espiritual: armonía, paz, equilibrio, etc.
Reiki actúa en profundidad yendo a la
raíz del problema físico o emocional, permitiendo que la emoción o el
patrón de conducta que ha creado el desequilibrio, se manifieste y sea
sanado.
También nos ayuda al crecimiento personal y a la expansión de nuestra conciencia.
La terapia Reiki pueden recibirla todos
los seres humanos (adultos sanos, enfermos, embarazadas, niños y
bebés), incluso también los animales y las plantas.
Es una
terapia complementaria a la medicina convencional y terapias
psicológicas reconocida por la Organización mundial de la salud (OMS).
El método Reiki se basa en la creencia
hinduista sobre los Chakras, que explicarían los estados de salud de los
seres humanos. Según esta creencia, el mal funcionamiento o bloqueo de
uno o varios Chakras sería el que provoca o agrava el mal estado de
salud dando lugar a enfermedades y trastornos.
El reikista actúa como canalizador de la energía universal y su objetivo es re armonizar los planos físico, emocional, mental y espiritual que han enfermado. Ha sido oficialmente reconocido y recomendado* por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por sus resultados positivos, por ejemplo es altamente recomendable una sesión de Reiki antes y/o después de una operación.
Actualmente existen muchas corrientes
de Reiki y en cada una de ellas se enseña de una forma distinta, sin
embargo en todas se canaliza la misma Energía Universal, de ello es que
estas corrientes de Reiki actúan bajo el mismo principio.
