Gran parte de los niños que están naciendo, tienen una gran
capacidad de visión. Esta visión les permite ver en 4d y 5d, algunos
incluso en dimensiones más elevadas o en planos paralelos dentro
de estas dimensiones.
Para aclarar, en la 4d está plano astral, donde se encuentran todo
tipo de entidades etéricas y astrales ya sean del bajo o del alto
astral; en la 5d está el plano causal, el plano álmico, en él
se pueden ver ángeles y seres de luz.
Estos niños clarividentes están naciendo así desde hace ya más de 12
años y es una tendencia creciente. Pronto, todos los niños y niñas
podrán ver con facilidad en diferentes realidades.
Esta apertura a percepciones de más allá del plano físico puede ser
bloqueada cuando los niños observan que nadie más percibe lo que ellos
ven y acaban “cerrando” sus ojos a estas realidades.
También el miedo a aquello que están viendo puede hacerles que
acaben bloqueando esta visión. Sin embargo de mayores también pueden
desarrollar la clarividencia que bloquearon en la infancia,
aunque esto les suponga enfrentarse a sus miedos y bloqueos.
En este artículo, voy a dar unas pautas para el cuidado y la
protección de estos niños así como algunos consejos para ayudarles en su
crecimiento y comprensión de lo que ven. Como ya es sabido,
cuando aparecen cualidades excepcionales, siempre aparecen intereses
de terceras personas para fines egoístas o de control. Debido a esto,
estos niños deben ser protegidos y no deben exponerse
innecesariamente. Más adelante, en un tiempo oportuno, saldrán a la
luz estos niños “milagro” y no habrá peligro para ellos, pero hasta
entonces es mejor no exponerles demasiado.
Además, existen ciertas energías o aspectos de vibraciones más
sutiles que deben tenerse en consideración, que para un adulto pasan
desapercibidas, pero para un niño clarividente de la nueva
energía son palpables y evidentes. Estos aspectos sutiles son
sobretodo de la 4d, en ello me centraré en este artículo para ayudar a
los padres a entender mejor a sus hijos y les daré claves para
un mejor cuidado.
PROTEGERLES DE ENTIDADES O PERSONAS
Los niños clarividentes, ya desde muy temprana edad, son capaces de
ver, con claridad, todas las entidades de los diferentes planos. Por lo
general las personas que no tienen visión creen que
este tipo de entidades están presentes en muy raras ocasiones, pero
habéis de saber que es común en una estancia que haya entidades
diferentes, también es común que las personas,
inconscientemente arrastren suciedades, que en las calles o lugares
públicos haya algún que otro fallecido o incluso que en el cielo se vean
naves u objetos voladores de diferentes procedencias.
Los niños no tienen problema para ver todo esto, pues no hay
prejuicio ni miedo que les diga qué es real o qué no lo es.
Pero hay que recordar que las entidades en 4d no son sólo una
visión, también, y sobre todo, son una vibración. Esto hace que cuando a
un niño se le acerca una entidad de 4d inmediatamente
“sienta” esa presencia, la vea o no.
PROTEGER SU ESPACIO PRIVADO
Muchas personas dejan a los amigos, familiares y conocidos entrar en
la habitación de los niños sin tener en cuenta que en otros planos
estas personas pueden tener intenciones muy negativas. La
habitación de un niño de luz ha de ser un lugar sagrado, un lugar
donde sólo los familiares más cercanos puedan entrar, y donde se debe
evitar cualquier discusión entre adultos.
El respetar este espacio es de vital importancia pues las personas,
inconscientemente, suelen cargar con entidades o suciedades astrales, y
esto puede quedarse en la habitación del niño. Es
adecuado limpiar regularmente la habitación del niño pidiendo la
presencia angélica para que limpie y purifique cualquier suciedad o
presencia de baja vibración, sobre todo si hay visitas o
personas ajenas al hogar que entren en la casa.
CÓMO RECONOCE EL NIÑO LAS PRESENCIAS ASTRALES
Muchas de estas presencias se alimentan de miedo, de pasiones muy
densas, de depresión, de ira… Cuando un niño percibe esas entidades
inmediatamente siente toda esa emoción, lo que le causa un
choque, una sensación desagradable, incómoda.
Lo normal es que se inquieten o que empiecen a llorar, suelen ser
lloros agudos, como si hubiesen recibido un gran susto, a veces con
suspiros, otras veces miran fijamente hacia “ningún lugar”
aparente con una expresión de susto o miedo. En otras ocasiones sólo
la sensación de una presencia cercana les causa disgusto o inquietud, y
se muestran nerviosos o pidiendo la atención de sus
padres. A veces no tiene porque ocurrir esto con “objetos
invisibles” sino también con personas, pues dentro o detrás de algunas
personas, lamentablemente, a veces hay entidades.
Cuando los padres aplican soluciones 3d al disgusto del bebé o del
niño pueden calmarle parcialmente, pues éste siente la presencia amorosa
de los padres e inmediatamente siente un poco de
alivio. Pero esto no hace que la entidad se aleje, por lo que el
niño a veces continúa con su “berrinche injustificado”.
Se crea una gran confusión pues el niño ve a los padres
tranquilizándole o entreteniéndole con un juguete, pero a la vez
permitiendo que la entidad negativa esté presente, pues el niño no sabe
que los padres no la ven. Y esta es la mayor confusión del niño al
no saber si esa entidad es adecuada, si hay que permitirla estar o no, o
porqué los padres le permiten estar cerca.
La solución a esto es sencilla: si el niño muestra algún síntoma de
disgusto, y se han descartado posibles causas como hambre, sed, agobio,
entonces hemos de pensar que puede haber cerca alguna
presencia no deseable (será evidente cuando el niño recibe toda la
atención y las posibles soluciones, y aún así persiste en su disgusto).
En tal caso, podemos pedir ayuda a los ángeles para que
echen fuera cualquier negatividad y protejan al niño. De hecho, el
abrazo o presencia protectora de alguien amoroso y consciente de esta
posible influencia astral ya puede resultar suficiente
para ahuyentarla. En otro nivel el uso de rayos de color como el
rosa y el azul o el rayo coral, puede apartar cualquier entidad negativa
astral tranquilizando instantáneamente al niño o la niña.
PROBLEMAS PARA DORMIR
En muchas ocasiones me han consultado por niños que no pueden dormir
solos, que pasan miedo en las noches, lloran hasta quedarse dormidos o
incluso que se despiertan muchas veces con pesadillas.
En la mayor parte de las consultas he podido comprobar cómo estos
niños estaban siendo testigos de otras realidades en las que entidades
del bajo astral paseaban libremente por la casa, les
acosaban o asustaban y les intentaban robar la energía.
En muchas ocasiones estas entidades acompañaban a unos de los padres
o a un hermano/a mayor. Esto es algo muy habitual, estas entidades, en
la noche, se acercaban al niño para chupar energía
limpia o renovarse energéticamente y por el día acompañaban al
familiar haciéndole tener mal humor, pesadez, depresión, culpa, deseo
incontrolado sexual o incluso miedo. Muchas historias,
películas o incluso cuentos, están inspirados en esta realidad.
Es este el motivo que muchos niños no quieren dormir solos, o piden
la presencia protectora de sus padres, o aunque están cansados buscan
excusas para no ir a dormir. No quieren volver a
enfrentarse solos y a oscuras a una presencia desagradable que les
acecha durante la noche.
La solución es, primero, ser conscientes de lo que está ocurriendo,
limpiar el hogar de entidades posibles, ayudar al niño en los ratos de
más susto para que sienta protección y cariño y ante
todo, enseñar al niño que lo que ve es todo parte de una gran ilusión. Que lo único que es real es el Amor y la luz de Dios que está en el corazón de todos.
LA REACCIÓN DEL NIÑO ANTE CIERTOS LUGARES O PERSONAS
A veces estos niños no quieren quedarse en guarderías, colegios…
muchas veces tiene que ver con el alejarse de los padres, pero otras
veces tiene mucho que ver con las energías de estos lugares o
la de sus cuidadores o profesores.
Es importante que se tenga en cuenta la sensibilidad de estos niños
para captar la vibración real de las personas. Una persona puede parecer
alegre, buena, desinteresada, servicial, pero un niño
espiritual, rápidamente capta si todo esto es una escenificación.
Enseguida llora ante una persona con la que no quiere ni debe de estar.
Es algo que los padres no han de dudar: cuando un niño no
quiere acercarse a un adulto o no se siente cómodo en su presencia,
por algo es, aunque parezca no haber motivo alguno.
En resumen, si un niño no quiere estar con un adulto, se le pide al
adulto que se aleje del niño o se aparta al niño del adulto. Si un niño
no quiere estar en una estancia, en un lugar, es porque
algo ocurre ahí. Debemos tomar en cuenta las reacciones del niño,
porque son pistas acerca del movimiento energético que hay alrededor.
A veces no queda más remedio que dejar al niño con personas que no
siempre son de nuestro agrado, entonces la sensibilidad y tacto de los
padres ha de actuar, igual para la estancia. Hay que
proteger energéticamente al niño, intentar limpiar el lugar donde se
dejará al niño y pedir protección angélica para el niño durante el
tiempo que esté en ese lugar. Así mismo hay que
enseñarle al niño a protegerse y a no temer.
LOS NIÑOS Y SU RELACIÓN CON LOS ADULTOS
Los niños deben de estar con otros niños, no tanto con adultos. Los
niños, cuando interaccionan excesivamente con adultos, por empatía aural
reproducen todos los problemas o déficit del perfil
adulto que tengan cercano. Es fácil ver, por ejemplo, niños que
arrastran problemas de sus profesores o de sus abuelos, con miedos o
hábitos adultos, preocupaciones, etc.
Energéticamente esto es muy vistoso pues en muchas ocasiones los
niños presentan el mismo perfil áurico que los padres, con los mismos
problemas de depresión, nervios, ansiedad o incluso los
mismos miedos en las mismas zonas. Esto acarrea problemas graves en
su desarrollo y en su salud que se irán gestando desde muy temprana
edad.
Los niños, y mucho más los niños espirituales, no son caprichosos.
Ellos nacen sin ego, sin miedo y sin avaricia. Todo esto lo aprenden en
la sociedad, es contagiado en niveles internos.
Enseguida captan inseguridad en el otro y la interiorizan como
propia, lo mismo el miedo, el egoísmo y la agresividad. No se debe
enseñar a un niño a no ser miedoso o egoísta sino a no asimilar
el miedo ajeno, ni el egoísmo ajeno, ni la agresividad. A aprender a
captar la emoción ajena antes de interiorizarla como propia para así
poder bloquearla en uno mismo.
Enseñar que existen personas con ira y que la ira se puede
contagiar, y que es uno mismo quien escoge si quiere ser iracundo o no,
igual con todas las pasiones humanas. Y, antes de que la pasión
o la emoción se convierta en una costumbre o una adición, eliminarla
en uno mismo sin culpar a los demás ni hacernos víctimas de nuestros
retos.
ROBO DE ENERGÍA O VAMPIRISMO
Por otra parte, también pueden ocurrir transferencias de energía del
niño a adultos de forma consciente o inconsciente. Esto puede
apreciarse en niños demasiado “quietos”, tranquilos y
relajados. Un niño sano tiene mucha energía, y necesita moverse,
necesita actividad. Cuando un niño suele estar siempre relajado, o
mostrarse pasivo, hay que sospechar que algo ocurre, por
ejemplo un robo de energía. Si esto persiste, puede derivar a un
niño enfermizo, a lo que los médicos no suelen dar soluciones efectivas.
Por ejemplo, suele ocurrir que adultos o personas de avanzada edad
se acercan a los niños y junto a ellos se sienten más jóvenes, más
saludables, incluso dejan de tener dolores o problemas de
salud. Esto, a veces es por la alegría contagiada del niño, pero
muchas veces, aunque no son conscientes los adultos, se debe a que les
están robando energía vital a los niños.
En estos casos los niños, en un primer momento, muestran desagrado
ante esos abuelos o adultos y se debe a que automáticamente la
enfermedad del adulto chupa casi toda la energía del niño, quien
de pronto se siente cansado, adormecido o demasiado relajado.
La forma de evitar esto es siendo conscientes de esta realidad, y
procurar proteger al niño de este tipo de compañías, algunas muy
nocivas. El mismo niño nos puede dar las pistas necesarias, o
incluso le podemos preguntar si se siente a gusto con cierta persona
o situación. Tras hacer un examen o análisis deberemos tomar la
determinación adecuada para el bien del niño.
Por esta razón es recomendable no exponer demasiado a un niño a
personas gravemente enfermas o con enfermedades en desarrollo, o por lo
menos no durante mucho tiempo. Existen niños de luz que
piden estar con estas personas, pero es debido a que son sanadores y
necesitan actuar energéticamente en estos casos. Pero por lo demás, lo
normal es que los mismos niños pidan estar alejados y
por algo es.
Tampoco hay que negar la realidad ante el niño y no contarle lo que
está ocurriendo pues el niño “ve” que algo ocurre, ve la muerte
acercarse hasta tres meses antes de que se produzca, puede ver
la enfermedad si está creciendo o está menguando, puede ver incluso
si la persona está sufriendo o simplemente se aprovecha de su estado
para ser atendido y “querido”. Si al niño se le engaña
sobre la salud, la enfermedad y la muerte puede causar que deje de
creer en la sinceridad de los padres.
LA MUERTE
Los niños pueden observar claramente la muerte de una persona.
Primero pueden ver si el alma de alguien ya está “saliendo” del cuerpo y
en qué nivel está ya fuera. También pueden observar si la
persona está más o menos vacía etéricamente y auralmente, lo que
indica que sus cuerpos sutiles se están deshaciendo para dar paso a una
muerte fluida. Así el niño de luz sabe exactamente que una
persona está muriendo, antes incluso que los padres o los médicos.
En la sociedad actual la muerte se suele producir a raíz de una
larga enfermedad y esto es algo que desagrada y choca mucho a los niños
de luz. Instintivamente ellos saben que algo está muy mal
en este tipo de muerte. Ellos saben que una persona puede morir
feliz y sana eligiendo su propia muerte, pues están preparados para
esto genéticamente, pero al ver la muerte tan dura en
otras personas no pueden impedir temerla como si fuese un proceso de
ruptura completo con la vida. Una ruptura dura para la persona y para
la familia en todos los aspectos.
Es importante enseñar a estos niños que la muerte en la sociedad
actual es así, pues las personas no sabemos morir adecuadamente, pero
que la muerte es un encuentro bello y hermoso con nuestro
verdadero ser angélico. Es un despertar de luz muy esperado y muy
celebrado en el cielo y enseñarles que, algún día, las personas elegirán
felizmente el momento de partir de la vida, con
consciencia y sin dejar atrás ningún tipo de miedo, tristeza o
dolor.
Es necesario enseñarles que la enfermedad nada tiene que ver con la
muerte y que no han de relacionar estos dos conceptos, solo que algunas
personas ya les tocó irse y, como no saben hacerlo
solas, deben atravesar una enfermedad para partir adecuadamente.
Sobre todo enseñarles que tras la muerte no hay sufrimiento, no hay dolor y no hay enfermedad.
PROTEGERLES DE PERSONAS CON INTERESES
Sobre todo recomiendo no exponer al niño a otros clarividentes
adultos o espirituales. Hay que tener en cuenta que un padre o una madre
sin conciencia ni conocimiento en la espiritualidad no
puede adivinar a que suerte de clarividente o visionario está
llevando a su hijo, pudiendo ser todo un engaño para estar cerca de un
niño de luz y “aprovecharse” energéticamente. Aquí deberemos
abstenernos de seguir ciegamente los consejos de terceras personas,
las habladurías ni la pretendida fama del clarividente, pues esto no
garantiza que sea alguien de luz.
Sólo el corazón, la intuición, puede indicarnos que estamos ante la
persona correcta. Y hay que tener en cuenta que un buen clarividente no
necesita estar cerca de un niño para “verle” o saber
qué le ocurre. Si la persona insiste en conocer presencialmente al
niño, lo mejor es apartarse de esta persona, por muy buenas intenciones
que parezca tener o por mucha bondad que desprenda. Y es
motivo de reflexión aquellos que pretenden despertar ciertos “dones”
o “poderes” en el niño o potenciar sus habilidades.
Esto que digo parece muy duro, pero he comprobado en varias
experiencias con niños que se ha producido este hecho. Y sin ánimo de
infundir miedo o desconfianza, os expongo el tema para que los
padres de estos niños actúen con cautela, con conocimiento de que
existen intereses para con estos niños que no son beneficiosos más que
para los interesados, y a veces muy perjudiciales para el
mismo niño.
Muchas personas que muestran tener luz en su aura, realmente se
“visten” de aura ajeno o desprenden energía amorosa “robada” de otras
personas, logrando así que les acepten como grandes
visionarios, espirituales o incluso avatares, cuando en realidad no
son más que brujos negros disfrazados con luz ajena.
COLOCACIÓN DE ALTARES DE LUZ EN EL HOGAR
Recomiendo colocar por lo menos 6 altares de luz en un hogar normal.
Estos altares no tienen porqué ser físicos, pueden ser simplemente
energía Crística invocada para proteger el lugar. 4 altares
en los 4 vértices de la casa, que formen una red dorada o blanca que
cubra todo el perímetro del hogar. Un altar en la entrada de la casa
mirando hacia la puerta. Este altar bloquea o impide el
acceso de ciertas entidades o personas dentro del hogar. Otro altar
en el centro de la casa, o en el lugar más energético. Éste sí que es
recomendable que corresponda con un altar físico.
En el caso que haya niños en el hogar, se colocaría otros 4 altares
en las 4 esquinas de su habitación, un altar en la entrada de la
habitación y otro en el centro. Este altar del centro puede
colocarse en la cabecera de la cama o un lugar energético.
Cada altar energético tiene que reponerse cada cierto tiempo, con
una nueva invocación, visualizando una luz blanca que llega desde el
cielo hasta mucho más abajo del piso. El tamaño del altar de
luz puede ser de 50cmx50cm aproximadamente. Se puede potenciar esta
energía con un cuarzo blanco o una amatista.
El altar físico tiene que tener los 4 elementos a ser posible:
tierra, aire, fuego, agua. También puede tener cuarzos, alimentos,
semillas, fruta, y debe activarse cada día. La activación puede
consistir en encender un incienso o una vela, invocar a la presencia
Crística para que ilumine el hogar. Este altar no debe estar a la
vista, ni tiene que tocarlo nadie excepto quien lo activa, y
niños menores de 12 años. En caso de colocar figuras o imágenes, es
recomendable antes limpiarlas de posibles lazos a la oscuridad, sobre
todo esto ocurre en figuras religiosas o místicas.
Para terminar una protección completa del hogar se puede sellar las
puertas y ventanas con luz Crística, evitando a ser posible los símbolos
protectores, pues pueden estar mal codificados,
diseñados o malversados.
VISITAS Y FAMILIARES EN EL HOGAR
En muchos hogares, cuando nace un niño de luz, se tiene a ver una
gran afluencia de visitas y familiares. Muchos parecen “coincidencias”
pero lo cierto es que las coincidencias no existen.
Las personas se sienten atraídas por la vibración amorosa del nuevo
ser y aunque a veces no saben por qué, se sienten muy cómodas en el
hogar. Sobre todo cuando se trata de un bebé, es necesario
aprender a poner horarios de visitas y límites para estas.
Las visitas, como ya he mencionado, han de permanecer apartadas del
dormitorio del niño. Lo mismo en la cocina y otros dormitorios es
preferible que no estén. No por ellas mismas, sino por la
intimidad y la vibración personal.
La vibración del hogar ha de estar cargada de la unión familiar.
Cuando una persona ajena a la familia más cercana entra en los lugares
de intimidad, estos lugares rompen rápidamente su
protección. En muchas ocasiones incluso hay que rehacer todos los
altares de luz y limpiar energéticamente todo, pues, por muy cercana que
sea la visita, es alguien ajeno al hogar y de una forma
u otra, rompe el equilibrio interno de la casa.
Con la moda del diseño interior, es muy común mostrar la casa a las
visitas. Esto es muy perjudicial, primero porque las visitas pueden
cargar de envidia las diferentes estancias y segundo
porque, como he dicho antes, se pierde cualquier protección de luz
que haya, permitiendo que entidades, de esa visita o acechadoras, puedan
entrar en el hogar.
El hogar es un lugar íntimo, en muchas ocasiones las personas ajenas
al hogar sienten la necesidad de entrar en el dormitorio del recién
nacido para verle en su “entorno”. Esto no hay que
permitirlo. En muchas ocasiones esta aparente necesidad no surge de
ellas sino de aquellas entidades que estas personas cargan.
AYUDARLES A DISCRIMINAR ENTRE LO QUE VEN
En el plano astral existen los disfraces, personas y seres pueden
disfrazarse de luz aun siendo auténticas sombras. El disfraz astral es
algo muy sencillo de hacer y que la mayor parte de
personas que trabajan en el astral lo practican a menudo. Un niño
menor de 5 o 6 años capta enseguida el disfraz, pero un adulto o
adolescente puede ser engañado fácilmente, tanto por personas
como por seres que se hagan pasar por luz.
A los seres, rápidamente se les puede captar mirándoles fijamente a
los ojos. Si son entidades del bajo astral enseguida se caerá su
disfraz. Lo mismo a las personas disfrazadas de luz, se les
puede quitar la “capa luminosa” y entonces aparece la verdadera
forma, simplemente hay que apartar mentalmente la luz de la persona para
ver más allá, en el corazón. El corazón de alguien de luz
reluce con fuerza.
Algunas personas, lamentablemente, saben cómo robar la luz ajena y
se la ponen en la zona del corazón para mantener este engaño. En estos
casos, si se observa esa luz, claramente se nota que ese
corazón reluce con luz ajena, ya que se puede ver al verdadero dueño
de la luz a través de él.
En caso de que sea un ser o una entidad del astral, un truco muy
eficaz es pedirle que diga las palabras: “Cristo, luz, amor”. Los seres
que no son de luz, sobretodo la palabra “Cristo”, la
evitan, pues es una invocación al Cristo; inmediatamente se
desintegrarían en la luz divina Crística.
LIMPIEZA Y PROTECCIÓN DEL HOGAR
Existen 4 tipos de entidades que hay que tener en cuenta a la hora de limpiar un lugar.
Fallecidos
Cuando el fallecido es un desconocido, lo normal es que esté perdido
y su razón de estar en ese lugar es para ser ayudado a ascender, con
llamar al Arcángel Miguel y guiarle a la luz es
suficiente. Pero cuando el fallecido es un familiar, son apegos y
miedos en la misma familia los que no logran deshacerse y permitirle
seguir su camino de luz, en algunas ocasiones la forma en
que el familiar falleció, si fue muy brusca o aun no estaba
preparado
Se apartan enviándoles paz y solucionando ese apego emocional. En
muchos casos son las primeras entidades que los niños reconocen
abiertamente ver, por ejemplo los abuelos o bisabuelos
fallecidos. No hay que asustarse de esto, seguramente las hayan
visto muchas veces antes de decirlo. Simplemente hay que ayudar a ese
fallecido a ascender.
Entidades emocionales
Sobre todo aquellas personas que tienden a emociones densas y
estancadas: miedo, angustia, depresión, ira, pasiones sexuales, etc.
Suelen crear formas etéricas muy densas que se quedan en los
dormitorios, salones, cocinas, y allá donde la emoción es más
fuerte. Estas emociones hay que deshacerlas. Se deshacen con el rayo
violeta, y limpiándose uno mismo de estos hábitos emocionales.
Los niños son muy sensibles a estas emociones, les afecta sobre todo
en el sistema digestivo y en el desarrollo del cuerpo mental y
emocional.
Suele verse como mocos, gusanos, o formas sin sentido. A veces
tienen forma humana pero en raras ocasiones. En los lugares donde se
hallan, los niños casi nunca quieren acercarse. Suelen ser
lugares donde ha habido muchas tensiones o problemas emocionales,
aunque haya sido hace mucho tiempo.
En las mudanzas hay que tener en cuenta que los anteriores
inquilinos no hayan dejado suciedad etérica y se debe limpiar la casa
completamente antes de instalarse.
Egrégores o entidades del bajo astral
Estas entidades, aparte de emoción, tienen una pequeña conciencia,
normalmente acompañan a los adultos para mantener su status. Ante ellos,
los niños suelen asustarse mucho, sobre todo por
aquellos que su vibración es de miedo. En el caso de los egrégores
se les echa dejando a un lado esa vibración dentro de nosotros mismos, y
echando firmemente al egrégor de nuestro lado.
Cuando una persona ha dado pie a un egregor en su vida durante mucho
tiempo, suele ser muy común que este egregor, de vez en cuando, actúe y
hable por él. Esto suele asustar mucho a los niños
quienes en seguida captan que esa persona no es del todo una
persona.
En el caso de que la persona en cuestión sea uno de los progenitores
o un familiar, lo normal es que corte rápido la clarividencia, pues no
quiere aceptar que su familiar, a quien quiere, no sea
quien parece ser, y se acostumbre a que haya personas así,
aceptándolo pero a la vez sintiendo rechazo ante ellas.
En caso de adultos o adolescentes que reconocen haber sido
clarividentes y que les haya ocurrido esto, lo mejor es aceptar el papel
en la vida que cogió el familiar, perdonarle por aceptar a esa
entidad en sí mismo y actuar tan negativamente. Tras esto es posible
que vuelvan a ver poco a poco y según estén preparados para ello.
Portales negros
Allá donde se mantienen mucho tiempo egrégores o entidades del bajo
astral, se suelen abrir portales negros que hacen que puedan penetrar
más entidades de baja vibración en el hogar. En
estos casos los niños tenderán a quedarse mirando fijamente esos
puntos, asustados, y a veces llorarán fuertemente, sin motivo aparente.
No hace falta que el niño esté físicamente al lado de un portal
negro para percibirlo. Simplemente con estar en la misma casa o el mismo
vecindario si es un portal muy grande, el niño sentirá esa
vibración.
Los portales negros se cierran con energía dorada o azul, con fe. En
algunos casos hace falta hacer un trabajo de limpieza en la zona o
borrar marcas o símbolos que han puesto personas negativas
para abrir esos portales. Recomiendo entrar en meditación,
mentalmente ir a ese lugar, y observar cómo se cierra según aplicamos la
llama dorada sobre el portal. En caso que no se acabe de
cerrar, invocamos la llama Crística, y pedimos asistencia mientras
repetimos el mismo trabajo de luz.
Es bueno que el niño esté presente, siempre que no sea demasiado
pequeño, mientras hacemos la limpieza de este tipo de portales, pues así
puede aprender a cerrarlos en un futuro y a tener
confianza en que todo ese tipo de vibraciones se pueden limpiar.
Además el niño puede ayudarnos a darnos cuenta si hemos acabado bien el
trabajo.
Entidades vampíricas
Estas entidades conviven con las personas y muchas veces incluso
están dentro de ellas. Suelen tener formas diversas, incluso insectoides
o animaloides. Muchos clarividentes adultos no son
capaces de percibirlas pues hemos convivido con ellas mucho tiempo y
los adultos tenemos mucho miedo ante esta realidad habiéndola bloqueado
muy fuertemente en nuestro subconsciente.
Los niños suelen describir estas entidades como insectos gigantes o
animales muy fieros: dinosaurios de un metro de tamaño, moscas,
cucarachas gigantes o incluso lagartijas o medusas. En los
cuentos estas entidades se representan como ogros o brujas que se
comen a los niños o su alma.
Estos seres se alimentan de luz, energía, y/o de partes del cuerpo
etérico de las personas. Cuando se las percibe cerca, en unos pocos
minutos nos llegamos a sentir agotados sin motivo alguno.
Esto es debido a que nos han comido toda o parte de nuestra energía
sutil.
Los niños de luz tienen una gran cantidad de energía y un aura muy
grande, por ello atraen a este tipo de entidades, que ven una fuente de
alimento en ellos. Los niños suelen estar muy
protegidos, sobretodo los menores de 2 años, pero más adelante esta
protección ya no es tan fuerte.
Como estas entidades son transportadas por personas, los niños
describen a ciertas personas como animales o con formas inverosímiles, y
es porque están describiendo a esas entidades. Entonces se
ve cómo el niño no quiere acercarse a cierta persona, o llora
desesperadamente cuando la persona se le acerca
En una consulta, los padres de un niño me decían que el niño
aseguraba que su profesor era un pulpo gigante. Y esto era así, pues
transportaba una entidad enorme con unos tentáculos parecidos a
los de un pulpo, los cuales llegaban al niño intentando absorberle
su energía.
En estos casos, el niño debe aprender a protegerse energéticamente,
puede llamar al Arcángel Miguel para que aparte a esa entidad de su
lado.
La manera de expulsar estas entidades de la casa es con un altar de
luz Crística. Protegerse de ellas sólo es posible cuando nos
concienciamos de su existencia y cuando conocemos sus métodos de
actuación.
También repelen el rayo rosa del amor, por lo que al enviar energía
amorosa suelen salir corriendo. Invocando al rayo azul celeste, podemos
bloquear la entidad hasta el punto que no puede volver
a absorber más energía.
TIPOS DE SERES QUE PUEDEN VER LOS NIÑOS
Además de los mencionados anteriormente, existen estos otros seres que pueden verse por niños y niñas espirituales:
Ángeles
Los niños normalmente ven a los ángeles no como figuras humanas,
sino como esferas, bolas de luz. Las hay de muy diferentes tamaños, y su
presencia siempre señala que el lugar está limpio.
Normalmente son esferas doradas o blancas, pero también aparecen con
luces de colores señalando que son la hueste de ángeles de un rayo de
luz espiritual.
Duendes
Aquellos seres que se mueven muy rápido, sobretodo en lugares
naturales, son duendes, enanos, elfos… los hay de diferentes tamaños y
formas, y suelen tener emociones y pensamientos. Si el
duendecito está enfadado puede molestarse con todo, romper cosas,
hacerlas perder, etc. el niño sentirá claramente su enfado y mostrará el
descontento abiertamente. A los duendes les encanta el
agua y la luz natural, dándoles agua o poniendo una fuente en donde
están se les puede pasar el enfado.
No es bueno que un niño tome mucho contacto con los duendes o
enanitos, a no ser que sea parte de su misión de vida. Pues estos
duendecitos, al tener emociones, a veces se “civilizan”, y se
vuelven como los adultos en sus peores momentos: groseros,
maleducados, iracundos, etc. y tientan al niño a portarse como ellos.
Estos elementales no entienden del bien y del mal, simplemente han
aprendido comportamientos humanos y los mimetizan a la perfección,
pero a veces se enganchan demasiado a los niños pues su energía les da
más vida y conciencia, y esto hay que evitarlo. En estos
casos lo mejor es que el mismo niño eche al duendecito o al espíritu
con firmeza, poniéndose frente a él y diciéndole: ¡FUERA! ¡VETE! Si es
necesario llamando al Arcángel Miguel para que aparte
completamente a ese ser de su lado.
Hadas
Las hadas suelen verse con colores muy etéricos, casi siempre en el
aire, sobre las flores o entre ellas. Son astrales pero muy sutiles y
las hay de muchos tamaños y formas también. A su lado se
siente su alegría, y a veces se puede escuchar su risa como cientos
de risitas de luz llenas de alegría y felicidad completa hacia todo lo
que existe. En muy raras ocasiones los niños pueden
hablar con ellas, pero sí pueden saber lo que sienten. Al ser seres
más evolucionados que los duendes, a veces tienen más individualidad y
pueden parecer más maduras, pero no les interesa para
nada lo mental o las emociones.
Cuando un niño juega con hadas, el juego básicamente consiste en
sonrisas y alegría. Las hadas abundan en los campos con flores o flores
con agua, a veces están en lugares donde hay muchos
cuarzos o piedras mágicas, y se apartan de cualquier lugar
contaminado, sucio, u hostil. Cuando hay duendes junto a las hadas, se
trata de duendes de la suerte. Son más partícipes en la
comunicación con las personas pero tienen una vibración positiva y
elevada al estar cerca de hadas. Además ayudan a las personas a tener
suerte o a no tener problemas, en muchas ocasiones incluso
las alertan de problemas o las protegen.
En algunos casos algunos niños dirán que a las hadas las roban para
hacerles daño, lamentablemente esto es real. Las roban por su cuerpo
astral pues es muy delicado, y ciertos magos negros
quieren poseer esas supuestas cualidades mágicas que creen que las
hadas otorgan.
Sílfides, Sílfos, ondinas…
Existen otro tipo de elementales o devas de la naturaleza, incluso
guardianes de montañas. Todos ellos pueden ser vistos por niños pero no
son tan fáciles de distinguir pues suelen confundirse
con el ambiente.Suelen ser los seres que ayudan a proteger la
naturaleza o crean las formas de las nubes, las ondinas son aquellas
hadas que se bañan en las cascadas… Son muy hermosos de
percibir.
Los guardianes de los bosques o las montañas normalmente alertan si
hay algún peligro y nos dan la bienvenida cuando llegamos al lugar,
sobre todo cuando una persona trabaja para la luz.
¿QUÉ HACER SI EL NIÑO HABLA CON SERES DE OTROS PLANOS?
Lo principal es determinar qué tipo de seres dialogan con el niño.
Se tiene que identificar si son seres del reino angélico, seres de
luz, extraterrestres y de qué tipo, egrégores o diferentes seres del
bajo astral, entidades diversas, fallecidos, elementales o
devas de la naturaleza…
En general los seres del bajo astral ocultan su verdadera naturaleza
y sus verdaderas intenciones. Hay que decirle al niño o a la niña que
les pida que digan la palabra Cristo, la palabra Amor y
la palabra Luz y que observe los resultados. Que les mire a los ojos
y descubra su verdadera forma. O también podemos preguntarle al niño
qué tipo de mensajes les están dando, de qué habla con él
o ella.
Es importante que si el niño tiene diálogo con seres de diferentes
planos los padres agudicen su ingenio para saber qué tipos de seres son y
ayudarle según el caso.
Muchos niños de luz son “perseguidos” por voces o sombras del bajo
astral para lograr su atención, pero otros muchos pueden hablar con
hadas, duendes, espíritus de los árboles o incluso ángeles y
esto no hay que bloquearlo sino permitirlo como algo natural. No hay
que pedir que corten el diálogo ni hacerles ver que es inusual lo que
les ocurre, en realidad la mayor parte de los niños
pueden mantener esos diálogos, solo que no son conscientes de que lo
hacen o no se lo dicen a los padres. Lo que sí hay que estar atentos
por si les están hablando entidades negativas para
enseñarles como defenderse.
LOS NIÑOS ESPIRITUALES VEN EL ENGAÑO
Uno de los grandes problemas con los denominados niños índigo ha
sido la gran incomprensión e incomunicación con los adultos. Estos niños
poco a poco han dejado de “escuchar” a la sociedad y se
han encerrado en su mundo donde parece que nadie tiene acceso.
El mayor problema se ha estereotipado con leyendas como: déficit de atención, hiperactividad o problemas de comunicación.
La base del problema está en la sencilla razón de que un niño
espiritual, claramente puede percibir el engaño o autoengaño en las
personas que les rodean. Muchos adultos, desgraciadamente, nos
hemos acostumbrado a las mentiras, a las falsas verdades, o las
verdades a medias. Esto ha hecho que muchos niños dejen de escuchar a
todos los que les rodean. Ya no hay intención de escuchar por
lo que es inviable cualquier comunicación.
Los adultos, en su afán por lograr un equilibrio, intentan todos los
recursos pero en ninguno de ellos está el cambiar la actitud en la
comunicación o la forma de pensamiento, pues tanto tiempo
acostumbrados al autoengaño es muy difícil reconocerlo.
Aun así, este tipo de conductas antisociales en los jóvenes o niños
puede cambiar fácilmente a partir de una relación sincera, en la que se
dice lo que se siente, lo que de verdad se piensa, y se
respeta al otro con humildad, aunque sea un niño. Los niños de hoy
nos quieren enseñar las bases para un nuevo mundo, y también es
necesario que los adultos aprendamos de ellos, escuchemos sus
inquietudes, y no tanto al revés.
Altaïr García
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