¿quién es el Espíritu de la
Navidad? pues bien, recibe diversos nombres, diversos orígenes, y todos,
absolutamente todos, son válidos, bien sea Santa Claus, San Nicolás,
Papa Noel, Maestra Natividad o como queramos llamarlo, poco importa
quien es, sino el mensaje que trae.
Una de los relatos sobre este ser dice así:
“Cuenta el Arcángel Uriel, uno de
los arcángeles más cercanos al trono de Dios, que hace muchos, muchos
años, llegó al planeta Tierra un bello Ser proveniente de una galaxia
muy lejana y evolucionada, quien se instaló en lo que conocemos hoy día
como la península Escandinava, en la zona norte del planeta; era alto,
delgado, de aspecto adolescente; su piel emanaba luz de tonalidad
roja-dorada, su cabello larguísimo era castaño con destellos rojizos y
sus ojos inmensos, rasgados, color ámbar como miel acabada de libar.
Manifestaba un manejo absoluto del conocimiento de cómo traer al plano
físico todo lo que deseamos en nuestro corazón (Poder de Precipitación) e
impartía sus enseñanzas universales a través de fábulas, cuentos y
anécdotas graciosas que hacían las delicias de todos los habitantes de
las ciudades que con asiduidad y generosidad visitaba cada año. Con su pericia en el manejo de la Sustancia Universal y su gran Amor a
toda la humanidad, el Amado Maestro Natividad repartía regalos de gran
valor, que eran energía pura y condensada provenientes del propio
Creador, los cuales eran usados con gran sabiduría por los seres humanos
que en esa época sólo conocían el Bien, el Amor, la Generosidad, la
Sencillez, la Solidaridad y la Armonía en sus relaciones diarias como
hermanos hijos de un solo Dios. Con el transcurso de los años su
generosa labor, amor y servicio se convirtieron en una leyenda extensiva
a todo el planeta, tanto que hoy lo conocemos como un SER, todo Amor,
todo Unidad, todo Compasión, siempre dispuesto a estar en cada hogar que
le invoque desde el espacio del perdón, el amor, la misericordia, la
hermandad, la compasión y la pureza.”
Existen otras teorías referentes a este ser, de ellas la más conocida es:
“Al Espíritu de Navidad se le
puede considerar como un Egrégor que se formó en el instante del
nacimiento de Jesús. Es una creación de la mente humana. La escritora y
metafísica Conny Méndez, en su libro “Un Tesoro Más Para Ti”, dice
textualmente: “El Espíritu de Navidad, esa actitud dadivosa que se
despierta en los días de Pascua, es un Espíritu femenino que tiene más
de dos mil años. Se formó con el Egrégor que surgió con el nacimiento
del niño Jesus. Su nombre es María, aunque no es la Madre Virgen. Se le
puede invocar para que nos invada de deseos de regalar, de alegría y de
devoción”. Como podemos apreciar es un Egrégor formado en esa época. Los
Egrégores son creaciones humanas que están en el plano astral o en el
emocional. Son seres artificiales que dependen del pensamiento o
sentimiento d su creador para mantenerse con vida. Hay Egrégores
personales, grupales, colectivos, nacionales y mundiales, como el
Espíritu de Navidad. Se mantiene con el calor y el amor que le brinda la
humanidad, con sus pensamientos y deseos.”
Lo realmente importante es hablar
de los dones que trae y como nos preparamos para recibirlo, el se hará
realmente presente si tenemos disposición al cambio hacia lo superior en
nosotros, pues es a través de nosotros mismos que el se manifiesta,
visto así, el Espíritu de Navidad son ustedes, soy yo, somos todos los
que llevemos a la práctica todos nuestros pensamientos positivos.
Comencemos por nuestro hogar, en
nuestra casa las estructuras atómicas de techos, paredes, pisos, muebles
y enseres reciben, día a día, una vibración que instantáneamente es
almacenada, alegrías y tristezas, paz y violencia, amor y
resentimientos, optimismo y pesimismo, claridad y confusión, prosperidad
y escasez, todo queda almacenado en el cuerpo de energía del hogar y de
acuerdo a la tónica mental de quienes la habitan, la casa tendrá un
aura liviana, clara, acogedora y alegre o será todo lo contrario.
Nuestra casa es como un cáliz que recibe y almacena toda la energía que se genera dentro de ella.
